¿Cómo ves el vaso, medio lleno o medio vacío?
Parece un reto como los del vestido blanco y dorado que hace unos años incendió las redes sociales. Pero en este caso la decisión conlleva diferentes consecuencias.
Cuando un vaso contiene agua hasta la mitad del recipiente podemos decir que el vaso está medio lleno o que está medio vacío, en ambos casos estaremos en lo cierto. Por lo que la cuestión parecerá carecer de importancia. Pero hay una diferencia importante.
Si somos de los que vemos el vaso medio vacío, posiblemente seamos personas con cierta autoexigencia, que escapemos del conformismo de disfrutar de lo que ya tenemos y busquemos la motivación para hacer cosas en el reto de hacerlo siempre mejor, fijándonos en lo que nos falta por conseguir más que en lo que ya tenemos. En principio parece una buena forma de motivarnos, ver lo que nos falta para lograr nuestro objetivo, no conformarnos con lo que ya hemos alcanzado.
Y posiblemente sea una estrategia de pensamiento que funcione ante determinadas personas, y en determinado momentos. Es decir, cuando nos vemos en una situación de “emergencia” en la que tenemos que estudiar para un examen en el último momento o porque tenemos que realizar un trabajo con muy poco margen de tiempo. Pero como digo, creo que es más bien una estrategia de emergencia.
Si aplicamos este método de forma general, para enfrentarnos a nuestros retos de forma habitual, podremos descubrir cómo esa estrategia empieza a fallar. Porque es muy difícil mantener la motivación cuando sólo me fijo en lo que me falta, en lo que no he conseguido, y no disfruto de dónde estoy o lo que tengo. Viviremos constantemente en una sensación de continuo fracaso (lo cual también tiene sus consecuencias en cuento a nuestra autoestima).
Es lícito querer mejorar, conseguir mejores y más retos, pero sin olvidarnos de disfrutar un poco. Si no, dará igual lo que tengamos o a donde hayamos llegado, nunca lo disfrutaremos. Porque hemos adquirido esa forma de pensar, y es independiente de lo que hayamos conseguido.
Por el contrario, si somos de los que vemos el vaso medio lleno, lejos de conformarnos con lo que tenemos, seremos capaces de disfrutarlo pero intentando conseguir algo más o mejor. Al contrario que en el caso anterior, lo haremos desde un punto de vista mucho más positivo: Reconociendo y valorando lo que ya hemos conseguido. Es decir, veremos donde estamos y lo que tenemos y eso nos motivará para seguir luchando y esforzándonos para conseguir algo más. Esta estrategia sí que la podemos utilizar de forma habitual, en nuestro día a día. Y disfrutar de lo que hemos conseguido nos hará sentirnos bien con nosotros mismos y por lo tanto mejorará nuestra autoestima.
Así que.... ¿tu cómo ves el vaso?